VIERNES 2 DE MAYO (DÍA 2 - SEMANA 4)
Antes de un terremoto:
Capacitarse en protocolos de evacuación y rescate.
Realizar simulacros periódicos para familiarizarse con rutas de evacuación y puntos de encuentro.
Asegurarse de que las rutas de evacuación estén libres de obstáculos.
Conocer la ubicación de los suministros de emergencia (botiquines, linternas, etc.).
Durante un terremoto:
Ayudar a mantener la calma entre las personas.
Guiar a las personas hacia lugares seguros dentro de los edificios (bajo mesas, lejos de ventanas) hasta que el movimiento sísmico termine.
Evaluar la situación para iniciar una evacuación segura cuando el terremoto haya terminado.
Antes de un terremoto:
Supervisar la evacuación hacia los puntos de encuentro seguros, asegurándose de que no haya heridos o personas atrapadas.
Realizar búsquedas y rescates en áreas afectadas, dando prioridad a las personas en mayor riesgo.
Colaborar con las autoridades y equipos de emergencia para coordinar los rescates.
Antes de un terremoto:
Revisar periódicamente los sistemas de detección y extinción de incendios (alarmas, extintores, rociadores).
Capacitarse en el uso adecuado de extintores y en la prevención de incendios.
Identificar riesgos de incendio, como instalaciones eléctricas en mal estado o materiales inflamables.
Durante un terremoto:
Estar alerta a posibles incendios causados por rupturas de gas, cortocircuitos u otros daños estructurales.
Evitar encender llamas (como encendedores o fósforos) o manipular fuentes de electricidad.
Si es seguro, estar preparado para extinguir pequeños incendios de inmediato.
Después de un terremoto:
Revisar las instalaciones en busca de fugas de gas o daños eléctricos que puedan provocar incendios.
Apagar pequeños incendios si es seguro hacerlo, usando los extintores disponibles.
Reportar cualquier riesgo mayor de incendio a las autoridades y colaborar con los bomberos en caso de siniestros grandes.
Antes de un terremoto:
Capacitarse en técnicas básicas de primeros auxilios, como atención a fracturas, control de hemorragias, y reanimación cardiopulmonar (RCP).
Asegurar que los botiquines de primeros auxilios estén bien equipados y accesibles.
Participar en simulacros y capacitaciones sobre atención médica en emergencias.
Durante un terremoto:
Mantener la calma y, si es seguro, estar preparado para atender a personas heridas.
Protegerse primero a sí mismos durante el movimiento sísmico, buscando refugio en lugares seguros.
Evaluar posibles lesiones en las personas cercanas y prepararse para brindar atención una vez que termine el terremoto.
Después de un terremoto:
Proporcionar atención inmediata a los heridos, priorizando casos graves como fracturas, hemorragias o inconsciencia.
Colaborar con equipos médicos y de rescate para trasladar a las víctimas a áreas seguras o centros de atención.
Administrar primeros auxilios hasta que llegue ayuda especializada o los heridos puedan ser trasladados a hospitales.